27 feb 2013

Mario Benedetti



-De veras, todavía le tengo estima pero estoy segura de que no hubiera podido ser ni medianamente feliz con él.

-Bueno, ¿por qué estás tan segura? ¿No decías que es un buen tipo?

- Claro que lo es. Pero no alcanza. Ni si quiera puedo achacarle que él sea muy frívolo y yo muy profunda, porque ni yo soy tan profunda como para que me moleste una buena dosis de frivolidad, ni él es tan frívolo como para que no llegue a conmoverlo un sentimiento verdaderamente hondo. 
Las dificultades eran de otro orden.  Creo que el obstáculo más insalvable era que no nos sentíamos capaces de comunicarnos. Él me exasperaba; yo lo exasperaba. Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme”. 

 La Tregua, Mario Benedetti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario