27 jun 2012

El amor siempre ha sido un salto al vacío


Se trata de bailar, cantar, de andar descalzo, dormir hasta tarde, de compartir tazas, vasos, copas y comidas, de llorar, discutir, de manejar lejos y no querer volver, de sentirnos volar, de abrazar, besar, tocar y volver a abrazar, de hablar por los codos, imaginar futuros a años luz de distancia, soñar juntos con los ojos abiertos, dormir abrazados, de aprender nuevas cosas.

Se trata de permitirnos fallar, apostar a lo incierto, de desafiarse a uno mismo. Porque a fin de cuentas el amor siempre ha sido un salto al vacío.
Nadie nos da las garantías ni nos lee los derechos, aunque muchas veces sintamos que nos rige un contrato invisible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario